25.4.07

Relax

Ésta semana ha sido y será muy agitada, posiblemente nos tomemos unos días para cumplir con deberes, quehaceres, pasiones y relajarnos. No nos olviden en unos días volveremos.




Nosotros seguiremos visitándoles, leyéndoles, mirándoles y por supuesto, excitándonos con sus texto.
Besos desde nuestra intimidad.

23.4.07

Espectador

Tu juego de provocación continuó, tu bata era discreta pero tus movimientos eran sensuales cada vez que me veías me sonreías de una forma que me dejaba adivinar una invitación para algo más, después de comprobar que los niños dormían, te espere en la recamara.

Mientras hacia unos apuntes, tú entraste, tu sonrisa y tu mirada delataban fuego, perversión, me sentí inquieto y cuando me levante de tu silla para ir a tu encuentro, me detuviste en seco y me dijiste, aun no, con movimientos calmos y felinos subiste a la cama, empezaste a dar vueltas en ella como una felina encerrada, lo diminuto de tu bata negra me deja ver que no llevabas ropa interior, por el aroma y algo de brillo que notaba en tu sexo, supe que estabas mojada y que comenzaba a brotar de tus labios ese líquido que tanto me gusta beber.

Te arrodillaste en la cama mientras me mirabas fijamente, comenzaste acariciar tu cara y algunos de tus dedos paraban en tu boca que los lamía y chupaba de forma golosa, sucia, las manos siguieron por tu cuello, tus hombros y finalmente tus pechos, los acariciabas sobre la fina tela que los cubría, los apretabas con fuerza, de forma salvaje, la mueca de dolor y satisfacción que se dibujaba en tu cara era provocadora, mi pene estaba completamente erecto y lo acariciaba por encima de mi boxer, una de tus manos siguió su camino a través de tu vientre, la otra fue a tu cara, los dedos a tu boca, chupabas 2 y en momentos hasta 3, cuando cerraste tus ojos y gemiste adivine que varios de tus dedos ya estaban dentro de tu sexo, sé que los habías hundido de golpe, sin preludio alguno, cuando sacaste la mano de entre tus piernas, pude ver lo mojado que estaban 2 de tus dedos, me levante para lamértelos, pero de nuevo me indicaste que permaneciera sentado.

Te despojaste de tu bata y vi como tus pechos estaban rojos por como te habías tocado, tus pezones erectos, así de rodillas como estabas quedaste desnuda, pero esta vez separaste tus piernas, me mostraste tu sexo, brillante, tus labios inflamados, volviste a tu juego, unos dedos en tu boca y otros en su sexo, tu mirada siempre encima de mi, satisfaciéndote de cómo me tenías, nuevamente tus dedos estaban empapados por tu saliva y tus juegos, me los volviste a mostrar y luego los llevaste hasta tus pezones, los cuales quedaron mojados por tus fluidos y tus dedos empezaron a jugar con ellos, primero fueron caricias suaves, los frotabas con y entre tus dedos, después esas caricias se hicieron más fuertes, empezaste pellizcándolos, tu cara mostraba lo que sentías, después los estirabas fuertemente, la combinación visual y auditiva que me dabas fue fascinante, esos gritos que de dolor / placer, esa expresión en tu cara, todo era una mezcla erótica y salvaje.

Te dejaste caer de espaldas y abriste las piernas, soltaste tus pezones y empezaste a frotar tu sexo, no fue mucho el tiempo que lo hiciste cuando comenzaste a gemir profundamente y contorsionarte y por fin a gritar, abrías y cerrabas las piernas con fuerza, después dejaste tu sexo y llevaste tus manos a tu pecho y boca, chupabas tus dedos empapados de ti, yo estaba hipnotizado con aquella escena, no me movía, había dejado de tocarme y solo te miraba, miraba como estabas dándome aquella muestra de autosatisfacción.

Una vez que habías limpiado tus dedos con la boca y habías mojado tu pecho, flexionaste tus piernas hasta poner las rodillas contra tu pecho, te ayudaste con una mano sujetándolas, pude ver tu sexo y tu culo empapados, volví a levantarme para ir contigo, pero me volviste a decir que no, con tu mano libre, buscaste tu culo y tus dedos empezaron a acariciarlo, tus gemidos y la presión de tus dedos en él, me hicieron saber que lo disfrutabas, poco a poco empezaste a hundir uno de tus dedos, que siguió haciendo círculos dentro de ti, tu excitación era tal, que cuando busque tu cara, miré como te lamías las piernas, tu dedo dejo de hacer círculos y empezó a entrar y salir de tu culo, tu cuerpo también lo movía buscando mas placer, en esa búsqueda llevaste otro de tus dedos que para mi excitación se deslizo dentro de tu culo sin dificultad, tus 2 dedos entraban y salían de tu culito abierto entre tus gemidos y mis suspiros, no pude evitar sacar mi pene y empezar a masturbarme, cuando viste que lo hacía dijiste, no, no hagas eso, entra en mi.

Subí a la cama y coloque la punta de mi pene en tu culo y al empujar un poco, reaccionaste y me dijiste, no por ahí no, entonces te giraste y me ofreciste la visión de tus nalgas y tu espalda, empuje y entre sin dificultad en tu sexo empapado, me pediste que me quedara quieto y tú empezaste a moverte, tu velocidad aumento y sentí como bañabas mi pene que tu orgasmo, no te detuviste y continuaste moviéndote, perdí la noción del tiempo de cuanto tiempo continuaste con ese ritmo, a pesar de tener los ojos abiertos había momentos en que no veía, solo reaccione cuando te escuche decir, explota, explota ya, contrajiste tus paredes y succionaste aun más mi pene, que empezó a explotar dentro de ti, tú también lo volviste a hacer en un orgasmo profundo y lento, los 2 terminamos juntos.

Te dejaste caer en la cama, completamente agotada, tu espalda estaba sudada, yo seguía dentro de ti, me moví un poco, pero solo exclamaste en voz muy baja, ya no.

Me dedique a acariciar tu espalda, tus nalgas, tus piernas, así continué hasta que nos metimos a bañar, donde te enjabone y enjuague bien, sin dejar lugar alguno, después te arrope y te lleve a la cama a que descansaras, tu dormiste profundamente, pero yo aun seguía aspirando el aroma que habías dejado ahí, disfrutando del recordar lo que hacía algunos minutos me habías ofrecido.

19.4.07

Recompensa

Inesperada, así puedo definir la manera en que te encontré anoche que llegue a casa, en la tarde cuando recibí tu llamada para decirme que ibas a casa de tu mamá, me quede con la idea de llegar y encontrar la casa sola, me dije una copa o una cerveza leer un poco y esperar a que regresaran.

Cuando llegue y mire tu auto en dentro, me pareció extraño, pero más extraño no ver a los niños jugando en el jardín o los gritos de emoción desde su cuarto por estar ganando en el video-juego, todo estaba demasiado tranquilo.

Al entrar y llegar a la sala te vi, ofreciendo tu cuerpo, tu sexo, me dijiste "no digas nada, desnúdate y ven" solté todo cuanto llevaba, me desvestí rápido y me acerque a ti, "métemela" escuche, "no, no, no le pongas saliva, ya estoy muy mojada", me acomode entre tus piernas y mi pene entro hasta el fondo sin dificultad, empecé a bombear en ti sin dejar de mirar esa cara de excitación que tenías, como me mirabas, como te mordías los labios.

Tú gemir se hizo más intenso con cada envestida de mi pene en tu mojado sexo, tu néctar me empapo y se derramaba de ti y mojaba todo, cuando aprisionaste mi cuello con tus pies y apretaste tu sexo aprisionado mi pene dentro de ti, sentí como te desbordabas entre gemidos y gritos que pedían mi leche, el escucharte me hizo explotar en ti, mezclando nuestros fluidos.

Así nos quedamos un rato unidos, sintiendo como nos relajábamos poco a poco, una vez todo tranquilo, nos dimos el beso del saludo, después te levantaste y sin vestir nada, así desnuda fuiste hasta la cocina y regresaste con una cerveza y una copa, después de haber bebido, trate de empezar el juego nuevamente pero te levantaste.

¿Qué paso? pregunte , fue tu recompensa por anoche dijiste y te retiraste sonriendo diciendo, vamos a bañarnos porque tenemos que ir por los niños con mamá.

18.4.07

Zapatos Nuevos...
















Anoche llegue sediento de tu cuerpo, pero me dijiste fui de compras, por favor solo dame un masaje y muchos besitos, te complací y mientras lo hacías te quedaste dormida.

17.4.07

Para él, para mi.


























Para él mamá, para mi esposa, amante, amiga, cómplice.....

16.4.07

Desayuno

No, ésta mañana no te levantes, no hagas ese bello ritual, deja que te contemple ahí acostada, deja que recuerde que bajo la sábana está tu cuerpo desnudo.

Cómo sabes el solo recordar tu cuerpo desnudo hace que me excite, ahora el verte ahí, sabiendo que no me negaras el placer de acariciarte, de sentirte, de aspirar tu aroma, de probar tu néctar.

















Sí, quita esa sábana, deja que te contemple, sabes que no puedo resistirme y aun más cuando abres tus piernas y te me ofreces por completo, ésta mañana tengo ganas de desayunar tu sexo, deja que mis manos te abran para que fluya más tu néctar, que tu esencia inunde este cuarto.

Primero mis dedos, luego mi lengua, luego ambos, al final tu estremecimiento, tu orgasmo. Buenos días amor.

13.4.07

Caricia

Recuerdo la primera vez que vi que te acariciabas, fue una tarde después de regresar del trabajo.

Entre en la casa y pensando que estabas en la ducha deje mis cosas y camine a nuestra recamara, estaba un poco abierta la puerta y pude escuchar algo como un gemido, me acerque cauteloso y pude ver la más erótica imagen que recuerdo, tú desnuda, sentada en tu silla favorita cubierta por una tela, tus dedos se deslizaban delicadamente sobre tu sexo, lo acariciaban, tus pezones estaban erectos demostrando la excitación que tenías en tu cuerpo, tu cabeza echada atrás, tus ojos cerrados, tus piernas abiertas, toda tú eras un obra de arte erótico y yo escondido, agazapado tras la puerta con una erección que no podía, pero me contuve para no reprimir aquel bello acto que hacías en ti misma.

Cuando tu cuerpo empezó a contorsionarse y tus gemidos ya no los reprimiste más, vi como solo 1 de tus dedos lo hundiste en ti, parecía que los dedos de tus pies buscaban algo que arañar, ese orgasmo que te provocaste hizo que gritaras de excitación y también que trataras de callarte a ti misma mordiendo tu otra mano, después de unos momentos quedaste quieta, con los ojos cerrados, el cuerpo relajado.

Me retire en silencio y volví a la entrada, grite desde allá que había llegado y continué mi camino a nuestra recamara, cuando entré y te llame, me dijiste estoy en la ducho en un momento salgo, ese tiempo que tardaste en salir me permitió disfrutar del aroma que habías dejado, de tu aroma.

12.4.07

Fiesta

Aun sigo exhausto de la fiesta de anoche, que solo pondré alguna imágenes y un poco de texto.













Lugar: Casa de unos amigos
Requisitos: No niños, Pelucas de Colores
Nota: Tu peluca era graciosa más los gestos que hacías, pero tu vestir era inquietante.













Después de algunas hora, pláticas y bebidas, me llevaste como universitaria a la parte de arriba y no escuche aquel "No me gusta" solo un tengo ganas de....
















Hasta que no broto de mi todo aquello decidiste que volviéramos a la planta de abajo, tú con tus amigas y yo con el grupo que estaba, no sé si alguien intuyo lo que había pasado.



Después al llegar a la casa de madrugada exigiste tu pago.

11.4.07

Eres

























No sé quien pueda adivinar cómo eres en la intimidad, quienes te conocen ven en ti a la mujer callada, pensativa, tranquila, de vestir serio y formal

Solo yo conozco a la mujer que grita, que gime, que inventa cosas que hacer, que es un vendaval de pasión, que usa prendas eróticas en la intimidad.

Así callada, tranquila, leyendo o regalando una sonrisa inocente es como te conoce la mayoría, así es cómo eres.

Solo yo sé que te gusta escuchar cosas sucias cuando nos amamos, que no puedes estar tranquila en nuestra cama, que necesitas muchas veces el piso, los muebles, la cocina o incluso el exterior, que la única vez que sonríes es cuando quedas satisfecha y sin fuerzas, porque la mayor parte del tiempo tu cara solo muestra gestos de pasión.

Me encantan tus formas de ser.

10.4.07

Deberes

























Me excitas hasta cuando planchas.

9.4.07

No me gusta

Otra vez anoche dijiste “No me gusta”
Cuando llevaba tu cabeza a mi sexo, mi pene pedía algo más que tus manos, quería tu boca, tu lengua, tus dientes, como siempre tuve que empujar suave pero firme, mientas tu lengua bajaba por mi pecho, mi vientre, al llegar a mi pene que reposaba en mi estomago, levantaste la cabeza, lo tomaste por la base y lo pusiste firme ante ti, me miraste y volviste a decir “No me gusta” me quede callado mirando tus ojos, tu cuerpo desnudo a un costado mio, entonces abriste tu boca y te agachaste.

Me hiciste cerrar los ojos de deseo.








Cuando pensé que la devorarías por completo cerraste tus labios y empezaste a dar pequeños besos en la punta, toda la cabeza de mi pene se lleno de aquellos pequeños besos cariñosos, así seguiste beso tras beso llenándolo todo, luego fue el tronco quien recibió tus pequeños besos, después volviste a la punta y abriste un poco tu boca y succionaste el líquido cristalino que ya brotaba.


No me gusta, volviste a decir, y continuaste dejándome sentir un poco de tu lengua en cada nuevo beso, la punta de tu lengua juguetona se deslizaba en ese pequeño espacio que dejaban tus labios.



Cuando llegaste a la base del tronco, sentí como movías tu cuerpo, no quise abrir lo ojos, pero cuando sentí tu boca abierta por completo devorando mis testículos, no pude evitar el abrirlos y cuando lo hice tuve la imagen y sensación mas erótica de anoche, mi esposa devorando golosamente mis testículos, sentí tus labios, tu lengua, tus dientes, mi agitación se hacía cada vez mas intensa, así como la succión que hacia tu boca, estaba al borde de explotar cuando te separaste un poco.



Escupiste en tu mano y comenzaste a frotar la punta de mi pene, mientras lamias mi tronco como si fuera una paleta, me veías de vez en vez y te excitaba el ver como me tenías, dominado completamente por tu boca, tu lengua, tus manos, no resistí mucho tiempo aquella visión, aquella sensación, me desborde entre tus dedos, tu seguiste lamiendo mi tronco y frotando mi punta llena de semen, tus dedos la cabeza de mi pene todo lleno por mi líquido blancoso y tibio, cuando empezó a resbalar algo por el tronco, quitaste tu lengua y me empezaste a masturbar, apretabas con fuerza mi pene buscando dejarlo seco por completo, no querías que quedara algo dentro de él, cuando viste que ya no salia más, me sonreíste mientras acomodabas un poco tu cabello, no pude evitar decirte límpiame con tu lengua, pero tuve que escuchar una vez más "No me gusta"

Deliciosos descuidos...

Me excitas tanto aun cuando un descuido tuyo permite que vean un poco más de tu ropa.

Cómo aquel día en que me platicaste que te había detenido un agente de tránsito y que sin más te dejo ir después de que le mostraste y guardaste la documentación, lo que te pareció extraño, fue el que te haya pedido que guardaras todo delante de él, con la excusa de que quería asegurarse de que no lo dejaras sobre el asiento y se pudiera perder.

Recuerdo que te dije vamos al auto y dime como sucedió y entonces pude ver el porqué, generosamente le ofreciste la vista de tu tanga mientras sacabas y metías los documentos, después de aquello, ahora usas eso para tus exceso de velocidad.

O cuando sabes que te estoy mirando y me muestras intencionalmente tu ropa interior, bien sabes que también me excita el saber que alguien más te puede ver y te gusta hacerlo evidente en alguna reunión con amigos.








Me encantas por saber como excitarme incluso en pequeños detalles como esos.

4.4.07

Tú me lo contaste. Final

Lo que había escuchado hasta ese momento (1, 2) me tenía impaciente por escuchar lo demás, pero tuve que esperar más días de los pensados para escucharla decir lo siguiente: “Lo que te voy a decir no es para que me juzgues o creas conocerme, simplemente es para incrementar tu morbo por escuchar” y empezó:

Desde que pasó por mí y vio como vestía, no dejo de acariciar mis piernas, primero de una forma ligera casi sin tocarme y siempre diciéndome lo bien que la había pasado la otra noche cuando pudo tocarme y que yo le tocara, esa noche recuerdo que me quede con ganas de algo más, él había terminado pero yo no. Conducía sin decirme a donde íbamos y la verdad no quise preguntar, su mano fue más allá y mi vestido se corrió hasta donde dejaba a la vista mi ropa interior.





Pasaban tantas cosas por mi mente, su situación, mi edad y todo lo que no había hecho y mis amigas sí, que hacer y como las otras veces haciendo algo atrevido me sentía más mujer, más adulta, más dueña de sus acciones, baje mi ropa interior hasta la mitad de mis muslos y le deje ver mi sexo por primera vez, bajo la velocidad del auto hasta casi detenerse y me pregunto, ¿es una invitación?, me quede callada no sabía que decir, su mano me acariciaba desde las rodillas hasta muy cerca de mi parte.

Cada vez que bajaba empujaba más mi ropa interior, hasta que la dejo cerca de la altura de mis rodillas, me sentí agitada, desesperada, era algo que nunca había hecho y tampoco había sentido, me estaba dejando llevar por mi parte emocional, sexual. Mis manos estaban quietas, no hacia nada con ellas, solo creo que sonreía o hacía alguna expresión que no sé cual fue, pero lo que haya sido lo motivo a volverme a pregunta, ¿es una invitación?



No le conteste, me quede callada mirándolo por un rato, el auto iba a muy baja velocidad, él me veía con ojos de desesperación, sabía que lo tenía excitado y que deseaba más, así que le sonreí le mire a lo ojos y le dije, ¿quieres más, verdad?, me contesto, me tienes completamente excitado, mi pene no cabe en mi pantalón, cuando terminó de decir eso con mi mano que hasta ese momento no había hecho nada, le mostré mi parte, mis dedos abrieron mis labios y cerré mis ojos, me excite tanto, todo lo que estaba haciendo, el lugar, la persona, yo misma, abriendo mis labios vaginales y mostrándoselos, sentía tanto calor dentro de mi, que sentía en momentos que no podía respirar, también me sentí algo mojada de mi parte.



Hasta ese momento fue cuando ya no sentí que todo aquello que hacía era por demostrarme a mi misma que podía dominar a aquel hombre casado, que él deseaba mi cuerpo aunque tuviera todas las noches el de su esposa, en ese momento perdí el sentido del porque hacía todo aquello, me deje llevar por lo que mi cuerpo sentía y quería, empecé a abrir y cerrar mis piernas, mi bikini estaba en el suelo, mis pies lo habían aventado lejos de ellos, su mano recorría libremente mi pierna, el exterior de mis labios, era realmente sofocador todo eso, nuevo y sofocador, el placer controlaba mis acciones, creo que culmine cuando sentí su dedo entrar en mi, fue muy poco pero para mi era tanto, así con lo poco que había entrado hacía círculos en mi interior, me volvía loca, me hacía juntar las piernas y aprisionar su mano, tenía tanta sed, estaba tan perdida que no me di cuenta que ya nos habíamos detenido, en un lugar solitario y oscuro.

Cuando le pregunté donde estábamos, me dijo que en un lugar solitario donde nadie ni nada nos molestaría, eso me gusto, me excito, me pidió que hiciera mi respaldo para atrás y así lo hice, se bajo del auto y entro por mi lugar, le hice espacio y empezó a besarme con desesperación, pero no me importo, su boca y la mía estaban unidas, yo también lo besaba como no había hecho, lo besaba desesperada, usando toda mi boca, su mano seguía acariciando mi parte y respondí de la misma manera, cuando me sentí más agitada, él se detuvo y se bajo del auto, me tomo de la mano y también baje, me dijo desnúdame estamos solos, con besos y caricias le quite la camisa que llevaba, el se había sacado los zapatos y el pantalón, solo estaba en ropa interior, cuando me dijo quítamela, me quede paralizada, al ver mi indecisión, me tomo la cara y me beso con suavidad, sus manos guiaron a las mías hasta su última prenda y empecé a bajarlo, puso mi cara en su cuello y lo bese y bese su cuello y conforme bajaban mis besos mis manos también y su ropa quedo casí en el suelo y mi cara en su vientre, continua me dijo, le dije no, ya no, no quiero.


Ví su expresión, quería más y yo también pero no sé, algo me detenía, sí quería satisfacerlo pero no tan atrevidamente, en si no tenía idea que era lo menos que podía hacer para satisfacerlo, para mejorar el momento, le dije: puedo tocarte con la mano, como tu quieras.!, me contesto ok!, será con la mano pero como yo quiera verdad?, sí, como tú quieras le respondí, se metió al auto y casi se acostó en el asiento del copiloto, su pene estaba muy parado y yo lo veía desde afuera, me dijo ven, siéntate sobre mi, me metí al auto y me acomode sobre él, su pene estaba a centímetros de mi parte, estaba asustada y excitada, me dijo: "quítate el vestido", dude y él volvió a hablar: "como no me quisiste probar me imagino que tampoco me dejaras amarte completamente, verdad?" yo solo le sonreía, anda solo quiero verte desnuda sobre mi, sin penetrarte quiero que me masturbes solamente y así lo hice, me saque mi vestido me quede desnuda sentada sobre él y lo empecé a masturbar, con mi mano tome su pene por el medio y empecé a moverla primero despacio y después aumente la velocidad, el solo gemía y respiraba agitado, no me toco ni me dijo nada, mientras yo lo veía y él tenía los ojos cerrados, sentí algo caliente en mi mano, espeso y cuando ví lo que era supe que había terminado.

No dijo nada, no supe si le gusto o no, se limito a limpiarse y darme papel para limpiar mi mano, me baje del auto, me vestí, busque mi bikini y me lo puse, él se vistió y regresamos, todo el camino fue silencio, llegue a mi casa y llore como niña, pero me di cuenta de que por lo menos yo había ganado en esa relación de pocas semanas, había hecho muchas cosas, me he reservado muchas cosas más importantes, no me siento avergonzada ni arrepentida.

Si todo la historia había sido muy morbosa para mí, el final me dejo pensativo y nada eufórico, su cara estaba con una expresión muy diferente a la que había iniciado, no sabía que decirle, vi sus ojos como arrepentidos, no sé si de haberme contado, de haber recordado, de haber reflexionado sobre lo que había hecho hacia tiempo, así que sencillamente me le quede mirando y me le acerque para decirle en voz baja .......

3.4.07

Enojo


"Aun cuando te enojas y me das la espalda, me excitas".

Ritual

Me excitas desde la mañana, cuanto te sientas a ver como me preparo para un día de trabajo, cuando salgo del baño ya estás sentada con esa pose que tanto me incita, esa pose tan natural, tan sensual, puedo ver tus pies, tus piernas, tu ropa interior, tu cara al natural.













Puedo ver que aun no está completamente despierta, pero ahí estás en lugar de seguir en la cama, es por eso que siempre antes de ducharme pongo una taza de cafe en tu mesita, me gusta darte lo que necesitas para iniciar tu día.












Sé que te gusta verme salir del baño, aun mojado, con la toalla alrededor de mi cintura, tú sonrisa traviesa me lo dice, te gusta verme por el frente y por atrás, sé que en estos momentos eres visual, no dices nada, solo me miras, sé que te gusta aun más el que quite la toalla de mi cintura y me empiece a secar frente a ti, sé que te gusta que deje caer la toalla a mi pies y quede frente a ti, desnudo, mostrándote mi pene semierecto.







Sé todo eso y tú sabes que si lo deseas puedo llegar tarde a la oficina.

2.4.07

Acaríciame de esa manera

Así quiero sentir tu pie en mi pene


Y de esta forma en mis testículos.

Tú me lo contaste. 2da. Parte

Cuando nos volvimos a ver, me vestí de una forma que sabía que le excitaría el solo verme, era la primera vez que me atrevía a tanto y eso me hacía sentir más mujer, incluso escogí lo que para mi era mi ropa interior mas bonita y sexy, cuando estuvimos a solas me beso con tanta pasión que hizo me excitara, estábamos en plena calle, afuera de su auto, solo nos cubría lo oscuro de la noche y falta de farolas, sus manos se deslizaron por debajo de mi vestido y comenzó a acariciar mis nalgas y el contorno de mi bikini, lo delineaba con sus dedos, yo acariciaba su pecho y me juntaba más a él para sentirlo, cuando me besaba el cuello sentía desfallecer, todo era nuevo para mí, el llegar a tanto y con alguien mucho mayor, sus manos se introducían por dentro de mi bikini y acariciaban mi piel desnuda, las separaba con fuerza, mi respiración estaba agitada, cuando llevo una de sus mano al frente, bajo un poco mi bikini, y acaricio el inicio de mi bello púbico, me acariciaba por delicadamente, pero sentía como sus dedos quería ir más allá de donde estaban, sin pensarlo mi mano llego hasta su entrepierna y comencé a frotarlo, sentía lo duro que estaba, el retiro la mano de mi sexo y bajo el cierre de su pantalón, llevo mi mano a su interior y pude tocar su ropa interior, yo besaba su pecho, en un momento me giro y mi cara quedo contra el auto, casi sobre el toldo, sentí como levanto mi vestido y acomodo mi bikini, sentí su mirada en mis nalgas, después nuevamente sus manos y luego su pene, lo frotaba contra mis nalgas, por la línea que las separa, lo único que le impedía embarrarme de su líquido brillante era la fina tela de mi ropa, cuando intento bajarla, se lo impedí y le dije no, eso no, tomo mi mano y la llevo hasta su pene, lo toque por primera vez, con mi dedo pude sentir ese líquido brillante, comenzó a mover mi mano haciendo que lo masturbara, su mano acariciaba mi pecho, pero se la quité para que no arrugara mi vestido y se notara, entonces llevo su mano a mi boca y metió uno de sus dedos y me dijo, chúpalo como a una paleta y así lo hice, era excitante, me decía imagina que es mi pene lo que chupas, cada vez movía más rápido su mano y su voz se agitaba, le dije no me vayas a manchar, entonces quito mi mano y saco su dedo de mi boca, se masturbo un poco y vi como salía ese líquido blanco y espeso, se escurría por su mano, cuando termino, subimos al auto, yo seguía algo inquieta y le dije, puedo ver tu pene y todo lo demás, él sonrió y me dijo ya no va a estar igual que hace un momento, le conteste no importa, quiero verlo y sentirlo, se bajo el pantalón hasta sus rodillas y pude verlo, ya no quedaba nada de lo que había sido hace un momento, también pude ver sus testículos, me dio tentación y los comencé a acariciar y en el auto un aroma agrio se formaba, después de un momento de estar frotándolos parecía que se podía volver a poner firme, eso me gusto, el saber que hacía las cosas bien, él me miraba y me decía, sigue así, sigue así, lo quieres probar, me pregunto, moví la cabeza diciendo que no, después miro su reloj y dijo es tarde, mejor te llevo a tu casa, esa noche dormí pensando en todo lo que había hecho y me preguntaba si podía llegar a más o con eso era suficiente.

Me le quede mirando excitado y deseando saber más, ella sonreía y me dijo, con eso es suficiente o quieres saber más, le dije más por favor, quiero saber todo de ti, sonreía y me decía eres un morboso, que tal si te digo algo y no te llega a gustar, me quede callado y le dije, nosotros estamos comenzando una historia, lo que me cuentes ya quedo en el pasado, se quedo mirándome por un instante, después me dio un beso muy largo y su mano me acarició por primera vez, después me susurro al oído sin dejar de acariciarme, entonces te voy a seguir excitando con mi vida.....

Tú me lo contaste. 1er. Parte


Sé que no fui el primero, sé que otras manos acariciaron antes ese cuerpo, sé que otros dedos penetraron antes que los míos en tu sexo.
Lo sé porque tú me lo dijiste, ¿lo recuerdas?,

Aquel día platicábamos de sexo, lo hacíamos por sentir la excitación en la plática, te dije algunas de mis experiencias y tú me contaste lo siguiente:

Se llama Raúl, hace tiempo salía con él, lo conocí ya que él iba a mi trabajo es 10 años mayor que yo, empezamos a platicar y después a salir, me dijo que era casado y no me importo porque no quería algo formal con él, simplemente me caía bien, cuando salíamos primero fueron platicas, después tomarnos las manos, luego besos ligeros y al poco tiempo más apasionados, cuando llegaron las caricias fueron sobre la ropa, me dejaba acariciar por él, mis pechos, mis nalgas, pero no mi sexo, él conducía mi mano a su entrepierna pero yo no llegaba hasta ese lugar, me decía que lo tenía exaltado y me gustaba oír eso, me sentía una mujer seductora, provocadora de reacciones en su cuerpo, cuando estábamos de pie y nos besábamos juntaba todo su cuerpo al mío y podía sentir lo duro que estaba eso entre sus piernas, yo me movía frotándolo porque me gustaba como se sentía aquello, al poco tiempo, permití que su mano frotara mi sexo sobre la ropa, cada vez le permitía llegar más lejos, pero yo a él no lo tocaba, solo acariciaba su pecho, una noche en su auto le permití que abriera mi blusa y bajara mi bra para que tocara mis pechos, yo solo cerraba los ojos y disfrutaba de aquellas manos, también sentí sus labios, su lengua y sus dientes, una de sus manos acariciaba mis piernas bajo mi falda, separe un poco mis piernas y su mano se deslizo por el interior de mis muslos y empezó a acariciarme sobre mi bikini, me pregunto que si quería ver como lo tenía y le sonreí, desabrocho su pantalón y saco su pene, su punta brillaba, quieres tocarlo o mejor aun probarlo me pregunto, tenía tantas ganas de hacerlo pero también sabía que no podía dar todo en ese momento y le dije: sí, sí quiero pero después, me acomodé mi blusa y falda y nos fuimos.

Continúa…